Amantes sin censura.

Quiero ser y voy a ser,
quien te anime en tus fracasos
dé nueva vida a tus pasos,
la que explote en tus caderas,
reviva en tus primaveras,
un manantial de locura.

Con semblante candoroso,
no exento de seducción,
lo que quiero es provocarte
y que me hagas el amor
hasta que sientas perderte.

Esta noche soy tu reina,
como humana, puesta en celo,
abdico de mi corona
y ahí comienza mi periplo.
profundizo con mi lengua
tu garganta y recovecos.

Amantes sin censura...
ardiendo bajo la luz de la luna,
en donde la lujuria, es solo pretexto,
para calmar la sed de locura.

Dos amantes convertidos en arqueros,
dos corazones traspasados por Cupido
deseosos de lamer el fruto prohibido,
con su seducción,con su fantasía

Con el rubor en mis ojos,
y mi mirada traviesa,
como garza enamorada,
yo te miro de reojo,
entierro muy lento el pico,
en el hoyo de tu ombligo,
y bebo la blanca lluvia,
que me ofreces generoso,
cuando en mi copa te viertes.

Para un deseo, dulce.

El encanto de tu escote tu locura apasionada,
tu avasallador espíritu de Leo la esencia de tu alma,
mi guia y mi sostén.
Tu felicidad...mi gozo y seré lo que tú quieras.

Me provocan tus facciones,
me seduce tu alegría
y perderme en tu interior,
con pasión enamorada,
con locura incontrolada,
es el deseo,
que guia mis noches, mis madrugadas.

¿Y que decir de tu encanto?
Reina de las aves
suave plumón, delicado tacto,
quiero, que tus ojos de seda me acaricien,
quiero beber de tu pico... labios ardientes,
tener tu pecho de viento,
apretado contra el mio,
y volar entre tus alas,
al cielo de los sentidos.

Besos de reina me asaltan,
que saben a mermelada,
que saben como tu piel
y tu fruta deseada.
Tus coronadas manzanas,
se ofrecen como bocado,
y atisban en tu granada,
donde crece mi delirio.

Nada imposible ni prohibido.
Hasta el delirio arde la piel,
el deseo explota, en húmedas embestidas de placer
la locura propia de los sentidos, el éxtasis...
de los amantes del amor.

Ahora duerme...
Descansa, te velo y te sueño,

Cuando lo necesites o lo desees...
descansa en mi también.

Si mis besos te relajan sueña sobre mi pecho,
sueños de placer y gozo...
encantadora bella durmiente.

Tu diario poema.

Cada día tu poema,
es como un placentero recitar...
una excitante ópera al mar,
se hunde en mis adentros
y navega por mis venas,
rumbo a tu puerto, donde arribar.

Un rosario de promiscuos besos,
ideando nuevos juegos,
para saciar ansiedad y hambre,
saliva y nácar.
y en el malecón de nuestras piernas,
se mecerá nuestra barca.

Como no amarte... si arde el cuerpo,
y se ofrece ávido en breves entregas,
que son como retazos de silentes madrugadas.
donde de nuevo, el incontrolable temblor,
se vuelve follaje.

y...
cuando tomas por la noche mi sexo,
cual dulce anillo,
enroscados por el lecho,
cuerpo a cuerpo enardecidos,
me alimento con tu semen,
igual que el almizcle al grillo.

Hay bandadas de gaviotas,
en el cielo de cristal,
y mis manos y mi lengua,
afinan tu saeta,
en ese preciso instante,
aquel que acude temblando
al nacimiento del alba,
y se ahonda dejando huella
en la carne de mi carne,
trémulo tú, me dices que me amas,
mientras que en el cielo toma la luna,
su medicina y...duerme.

Tu voz de madera me pedía,
un abrazo pasional
brindame todo tu ser...
te pedí de nuevo,
pero... tras del orgasmo,
no pudiste darme más.

Trocitos de cielo diarios.

Sobre el cielo a contraluz,
la silueta de nuestro abrazo,
a penas se distingue
cuando estamos tan cerca,
en tu interior se guardan mis anhelos,
rodeado de ti, por todos lados,
calor abrasador... gozo, delicia.

Una barca construida
con nuestros cuerpos cruzados,
navega y juega,
agitada en el vaivén de los deseos,
búsqueda y encuentro,
eterno juego de sexos.
que se llenan y se atraen.
cala escondida que acoge a amantes,
amantes unidos en lo eterno.

Entre tempestades, versos de fuego,
nos hacen navegar sobre las olas,
en la barca que forman nuestros cuerpos unidos
henchida de placer,
cada puerto un orgasmo clandestino.

Mojada de sol y agua tu piel morena,
se estremece en crecientes oleadas,
tu aliento repite el mantra,
que nace de tus entrañas palpitantes.
cuando beso tus labios y mi lengua vibrante,
penetra en tu sexo a oleadas.

Enartados cuerpo a cuerpo,
fluye la energía saturada del nácar, en mi culmen,
lubricada en el néctar,
que exuda la pared anular de tu sexo,
atenaza en placer al mio,
y abrazados escalamos el camino,
de ese cielo prohibido a los cobardes.

Inagotable orgasmo penetrante,,
fabricado en caricias,
en manos de alfarero,
que recrea tu cuerpo y tus sentires.

Caricias de las yemas de los dedos,
buscando en lo profundo, la forma del deseo
lleva el placer a la locura,
el mágico momento sucede de nuevo.

Convertir el deseo en pasión
el frío en cálido refugio,
el temblor en febril locura
nuestros cuerpos unidos,
desafían a la oscura tempestad,
nuestras almas conocen del amor,
las madrugadas...
se prolongan hasta el orgasmo del alba...

Buscando tus rincones.

Voy buscando un lugar donde tenerte,
eres el dragón guardián de mi cuerpo,
al que asaltas en el cuadrilátero del lecho,
donde se armonizan los deseos.

En ti comprendo que no soy la de ayer,
la princesa ingenua
que se bañaba en timidez;
hoy, en el puerto de tu piel,
soy golondrina que quiere beber.

No quiero que te vistas si estás desnudo,
que quiero contemplarte,
apreciar tu figura, y admirarte
y en mi mente hacer de ti... una escultura.

Buscaré tus rincones,
acariciaré el tiempo
con mis labios ardientes
te haré tocar el cielo,
mis manos pecadoras
recorrerán tu cuerpo.

Unas manos que se pierden dentro,
nocturnas ráfagas de pasión intensa,
viandantes de la noche,
del néctar de tu vientre
estoy sedienta, y enganchada a tu sexo.

Caricias se deshacen en sueños encontrados,
henchidos nuestros cuerpos,
las pieles erizadas,
uniendo emociones
que no han sido inventadas.

Una bufanda de besos
jugueteando por tu cuello
harán de una noche anodina
una noche inolvidable,
un sentir, una quimera,
algo jamás alcanzado,
el nirvana placentero...

Regresaré a nuestro mundo,
burlando la madrugada,
a vivir el nuevo día,
y tu recuerdo
será un intrigante sueño.

Reposaré ya tranquila...
y me dispondré al desvelo.

Agua de nieve.

Te bañas, mi reina en agua de nieve.
que tu piel morena incandescente,
funde la nieve,
y en el terciopelo que arde entre tus muslos,
el placer intenso con ardor se muestra...

Por eso soy tuyo.

En este lugar do los sueños reinan,
donde habita su encantadora alteza,
olas y volutas forman el castillo,
que trenzado trepa hasta su luna.

Vuelan curiosas, ávidas, las manos,
inventan en caricias tu figura,
destaca entre mis dedos la erección, aureolada, de tus senos,
y en tu bello pubiano se enredan,
penetran en tus labios
y mi boca te cubre de besos.

Un firme viento arrastra la barca,
hecha con nuestros cuerpos enlazados...

Viento de amor,pasión, deseo, pecado, 
que hincha las velas, cicatriza heridas...

Y el mascarón de proa de tus pechos,
se yérgue y me recibes,
vela de luz de luna,
vestida de agua clara, transparente,
aromada de azahar tu rosa de pasión,
engalanada en desnudez,
tu expectante lava ardiente,
cubrierta con mil besos,
inundada de nácar,
estalla en tu interior...

Bebo las gotas de miel que rebosan
de tu fruta en sazón,
las recoge mi lengua de tus labios...

Sintiéndote alcanzar el paroxismo,
mi sexo enhiesto te desea entera,
y tu humedad se abre, mar bravío, a recibir su envite.

El onfalo bebe de tu copa,
se derrama sumido en gritos incontrolados,
en la presión creciente de tu sexo,
donde, ferviente, me tienes atrapado.

Como ciego,
dibujo con las manos tus perfiles;
mido tu aliento con los labios,
tu respiración acompasada,
el firme abrazo de tus caderas,
me sustenta, abrasado,
en oleadas...

Sobre ese mar, un largo orgasmo se prolonga.

Sed que quema.

Regresaré a mi mundo, casi de madrugada,
recordando tu verbo cuando pienso en ti,
pensando en ti, siempre me siento pequeña,
cuando me creo tuya, pero tú no estás aquí.

Eres calma en mi desolada playa,
mis caderas son olas bamboleando,
sucumbo en el mar de tus deseos,
me aferro a tu remo,,,amante experimentado.

Será un día sagrado, fiesta para la lujuria,
sentimientos que atraviesan el formato del poema,

la fuerza de tu erotismo, tu peso sobre mi cuerpo,
reto amatorio...sed que me quema.

Me entregas tus partes erógenas al completo,
se estremece tu cuerpo con mis caricias,
te das y te pido... quédate dentro,
haz que mis labios, sientan esa láctea delicia.

Juego dulcemente, con tu piel deliciosa,
en esta tarde que huele a a deseo y sexo,
te acaricio lentamente, recorriendo brazos, piernas
y tú me llenas de miel y de besos.

Tu cabello de nubes enredo con avaricia,
mis manos barren el polvo de las estrellas,
inventas rutas nuevas hacia mi sexo,
tránsito perpetuo de mil madrugadas.

Tiemblo cuando te noto a punto,
danzante te vas a otros confines,
cada espacio de mi cuerpo que tu lengua ha recorrido,
intuye el orgasmo en el latir de tus sienes.

Así como lo hicieron Eva Y Adán...
Fue pecado capital
probando el fruto prohibido,
saciaron su sed de amar;
deslizándome en tu cama,
también yo quiero pecar...

Juego de dioses.

Juegos de Dioses y lunas,
tus olas me acarician
en tu vuelo de enara libre,
sobre nubes de deseo
me estremezco en la lujuria de tus labios,
extrayendo para ti néctar de Eros,
en tu copa rebosante,
que saciará nuestra sed.

La fuerza de tu amor me dará alas,
en tu abrazo de reina
corsario al abordaje me disuelvo.
En tu interior habito,
arrebatado en el vuelo de tus deseos.

En ti, contigo sukaldea de labios de lava,
crece y permanece mi ansia
bajo tus senos siento
entre tu vello húmedo mi amor penetra,
rodeando tus piernas en mi espalda,
leche y miel rebosan las paredes de tu cáliz,
me quedaré en el lugar que busquemos.

Con los labios con los dedos,
con la piel hecha ojos
que delinean tus sombras en lo oscuro,
explorador de cumbres y de simas,
al fondo de tu sexo,
alcanza mi deseo exaltado.

Ancestral pecado
que bendicen los Dioses paganos,
entre tus alas vuelo al paraíso,
entre tus labios mi sexo se derrama
en tu fuego de placer inagotable
lleno tu copa... bebamos pecado de Dioses.


Enervado, tus olas me llevan,
navegante con rumbo a ti,
tus palabras me guían
me atraen tus sentires,
me devora tu sexo en llamas,
me sumo a tu orgasmo.


Travesía distinta cada día
besos que se detienen en tu cuello,
en tu espalda caricias,
tus pezones en mis manos,
se escurren entre los dedos;
tu sexo húmedo me devora,
hasta el éxtasis cruzado,
y más besos después...