Ir al índice / HomePoemario XI


Para el abuelo Antonio, en su 83 cumpleaños.

Antonio Pizarro Luna

Abuelo, con ojos brillantes,
palabras y constantes historias,
con bastón y sombrero.

Abuelo de infancia humilde,
cultivando el campo llano,
trabajando el día entero.

Abuelo, licenciado en la vida,
un estudiante solitario,
que a la ciudad marchó soltero.

Abuelo, ilusionado con todo,
cuidando a su familia
descubriste el amor sincero.

Abuelo que viviste dichoso,
el matrimonio tedescubrió
y "papá" te dijeron.

Abuelo, que trabajaste en un palacio,
partiéndote el espinazo
para dar a tu familia dinero.

Abuelo, que avanzaste en tu edad,
con alegría en tu corazón
cuando tus ojos crecieron.

Abuelo, que después de largos años,
llegaste a la vejez
y jugaste con tus nietos.

Entraste a la "resistencia",
escribiendo tus poesías
siempre dando tus paseos.

Y ahora a esta edad
cada díamejor que el siguiente
y peor que el anterior.

Ya casi en el poniente de tu vida,
sólo nos queda abrazarte y decirte:
¡Cuánto te quiero!

De Sara Pizarro Santos.

Dedicado por Helena Pizarro Santos, autora del manuscrito,  sus hermanos, Sara, autora del texto, y Daniel, y su nieta Ana Gómez Pizarro, que acompañaron la celebración...
30-X-2009.


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Poemario XII


Trajeron sus vacas y ovejas...

ovejas en la mancha

Trajeron sus vacas y ovejas
hasta los verdes de Alcudia,
rumiando en Sierra Morena.

Andalucía y La Mancha  
hermanan sangre y nobleza,  
que los monjes caballeros,
monte y Palacio en Calatrava,
gobernaron pastos y guerra.

Ciudad Real, tan Señora,
tomó a la Virgen del Prado
ante Dios, abogada defensora.

Infantes de noble abolengo
de su casa aragonesa,  
dieron parte de su nombre  
a una noble Villanueva,
haciendo solar muy digno  
donde hallar su sepultura
un tal Quevedo y Villegas,
desterrado por un Rey
molesto de la ironía moralista  
que don Francisco le hiciera.

Fue Torre da Juan Abad  
prisión, señorío y sepultura
del saber decir con justeza.

Espartero, finalizando en Vergara
una fraticida guerra:
don Manuel Gutiérrez Mellado,
también de cuna manchega,
restableciendo una paz
con parecidas ideas.

De mil pueblos, mil historias:
cincuenta mil se escribieran,
La Mancha, a la luz del sol,
don Quijote y Sancho Panza,  
(el ensueño y la prudencia)  
la cuidan, viven en ella.

Antonio Pizarro Luna. 1991.


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Poemario XIV


Vengo de la extremaura...

Vengo de la Extremaura,
de ponerle a mi caballo
de plata las herraúras.

(Canción popular anónima)  
Campillo de Llerena

Campillo de Llerena

Ya quedan pocos caballos;
plata, no queda ninguna.
Cerros de almagre y picón
en que te asientas, Campillo,
que no llegaste a ser campo
y te quedaste en el "illo".

¿A donde miras? ¿A Hornachos
de los naranjos moriscos?
¿0 la Azuaga escondida,
que siendo tierra extremeña
es camino de Sevilla?

Campillo, en que yo nací,
Prometeo encadenado,
somos tu entraña y tu vida,
trozos que van arrancando
con zarpas de acero y luto,
cuatro mil buitres leonados.

Nos fuimos lejos de ti
arrastrados por la vida;
ni por pobres ni por ricos
aunque sea tu tierra rica.
A las tierras de Alemania
allá por la Europa fría.

A la América o Cataluña.
Otros, nos quedamos cerca,
en la severa Castilla.
Todos nacimos de ti,
de tí sentimos nostalgia.
Todos llevamos tu sangre
desgarrada de tu entraña.

Cuando los buitres del Tiempo
te hieren con cien tenazas,
eres matriz, que da vida
y multiplica tu raza.
A donde halla un extremeño
emigrado de su patria,
la flor de la Extremadura
dé el aroma de una clase;
hombres de temple, castúos,
trabajadores tenaces.

Valgo poco, ya lo sé,
pero soy de aquí, como mis padres,
y a esta tierra en que nací
le dedico mi homenaje.

Escrito en las piedras del castillejo y a la sombra de una encina en la carretera de la Peraleda del Zaucejo en septiembre de 1983.

Antonio Pizarro Luna. 1983.


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Poemario XV


Homenaje a José López.

¿Y qué puedo decir yo de José López, hombre que igual  que a mí hizo su vida
 el mundo del trabajo?

Otros más afortunados ganaron más,  aunque menos hubieran sudado.
En este ambiente,
Gana más el que la suerte
Mejor le haya acompañado.

Nacido en el mundo rural de Andalucía,
Vino a trabajar y vivir en Castilla,
Jubilado trabajando en Mafe,
Empresa que en Aranjuez
Sitio era privilegiado.
Aquí nacieron sus hijos,
Los que siendo viejo, jubilado,
En esta llamada Residencia,
A pasar sus últimos años lo han colocado.

Mucho se dirá de él,  sus bondades, lo modoso de su convivencia y trato,
Y por lo que escribe y dice.
El título merecido,
De selecto, acreditado, literato.

Antonio Pizarro Luna. Noviembre de 2010.


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Noviembre.

cielo rojo

Finales de noviembre,
secas se caen las hojas
porque va faltando savia,
la sangre que circula
cuando están ricas de vida
las ramas de los árboles,
y la hierba es vivo césped
que disimula la rudeza de los pedregales.

Ya desnudas las ramas,
esqueletos descarnados parecen
a los ojos que vayan a mirarlas.

Triunfa el invierno,
la escarcha y el hielo,
resbalan el agua de las nubes
hacia las raíces donde se reservan,
para en la primavera
resucitar la belleza
del álamo, el poderoso roble,
el fructífero cerezo y los rosales.

Se van marchitando y perdiendo
las suavidades que tuvieron
cuando jóvenes fueron mis carnes.
Ya las ásperas arrugas, anuncian,
que cual hojas secas,
la vejez evapora la circulación
de mi sangre.

La vida abandona los huesos
cuando ya no le queda refugio
ni raíces donde cobijarse.

No ha sido corta mi existencia,
pero de ello no quedará testimonio
si no es los hijos nacidos
de Pilar Martín , Juan Antonio,
Félix y Mari Pili,
con la ayuda de unas gotas de mi sangre.

Antonio Pizarro Luna. Noviembre de 2010.


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Con doce uvas.

Con doce uvas celebramos
los últimos días del año,
permita Dios si el que viene
sea de salud y alegría,
sin sufrimiento ni daño.

Y ya que nos queda eso,
vivir, andar o sentarse
ver pasar a la gente
 sin saber si te ven
o van preocupados,
no tienen ganas de ver,
ni que los veas o mirarte:
si sopla, o está quieto el aire.

Ya pasada la fiesta de Reyes,
es frío aunque no sople fuerte el aire.

En las ramitas del deshojado alerce,
 indican deseos de crecer
esas puntitas verdes,
que indican ser principio
y no vencido remate.
 
Como ilusión de primavera
para abrirse en flor y semilla,
rama que crece nueva,
como besos de novia y novio,
anuncio de niña o niño,
que también crecen a persona mayor,
y a su tiempo,
han de ser Madre o Padre.

Así es y será la Humanidad,
en tanto el tren de la vida,
no se detenga y ande.
.

Antonio Pizarro Luna. Enero de 2011.


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